Reiki es una práctica de sanación espiritual que se originó en el antiguo Japón. Fue desarrollada por un monje llamado Mikao Usui, que pasó años estudiando budismo, meditación y técnicas de curación energética.

Según la leyenda, Usui tuvo una poderosa experiencia espiritual mientras meditaba en una montaña de Japón. Recibió una revelación divina que le otorgó la capacidad de canalizar energía curativa a través de sus manos. Pasó los años siguientes perfeccionando esta técnica y enseñándola a otros.

Con el tiempo, la práctica del reiki se extendió por todo Japón y, finalmente, a otras partes del mundo. Se ganó la reputación de ser un método de curación poderoso y eficaz, y muchas personas empezaron a buscar a los practicantes de reiki para que les ayudaran con sus problemas físicos, emocionales y espirituales.

En la actualidad, millones de personas practican el reiki en todo el mundo, y a menudo se utiliza junto con otras formas de medicina alternativa. Se cree que es eficaz para una amplia gama de afecciones, como el estrés, la ansiedad, el dolor crónico e incluso enfermedades graves como el cáncer.

Aunque los orígenes del reiki estén envueltos en la leyenda y el misterio, sigue siendo una práctica poderosa y profundamente significativa para muchas personas.