Reiki es una forma de medicina alternativa que se originó en Japón a principios del siglo XX. Consiste en el uso de energía espiritual, también conocida como “chi” para promover la curación física, emocional y espiritual. Los practicantes de Reiki creen que esta energía se canaliza a través de las manos del practicante y se transfiere al receptor para promover el equilibrio y el bienestar. Personalmente, creo que el Reiki es una herramienta poderosa para abrir a la persona a su propia luz interior. Cuando estamos conectados a esa luz, la espiritualidad de nuestro corazón se abre a la gracia divina y a las bendiciones. Cuando estamos desconectados de esa luz que alimenta nuestra existencia, podemos entrar en la enfermedad, la desesperación e incluso la depresión.

He descubierto que el Reiki es útil para tratar una amplia gama de afecciones, como el estrés, la ansiedad, la depresión, el dolor físico y las enfermedades crónicas. Reiki también se puede utilizar para apoyar a las personas a través de transiciones importantes de la vida, como la pérdida de un ser querido o un cambio significativo de carrera.

La práctica del Reiki se basa en la creencia de que el cuerpo tiene la capacidad natural de curarse a sí mismo cuando el flujo de energía no está obstruido. Esta energía fluye desde la Fuente Divina. Los practicantes utilizan los movimientos de las manos y el tacto para canalizar esta energía y facilitar el proceso de curación. Las sesiones de Reiki también pueden incluir visualización, meditación y el uso de cristales u otras herramientas para mejorar el flujo de energía. Sin embargo, el aspecto más importante del proceso de curación es que tanto el sanador como el paciente estén abiertos a la intervención divina y, lo que es más importante, a la verdadera curación espiritual.

En general, el Reiki se considera una terapia segura y no invasiva, y puede practicarse en personas de todas las edades, incluidos bebés y niños. Los practicantes de Reiki no diagnostican ni prescriben tratamientos específicos, sino que trabajan para apoyar el bienestar general del individuo y ayudarle en su proceso natural de curación.

Aunque el Reiki no sustituye al tratamiento médico tradicional, puede utilizarse como terapia complementaria a la atención sanitaria convencional. Algunos estudios han sugerido que Reiki puede tener efectos positivos en la reducción del estrés, el control del dolor y la calidad de vida en general, aunque se necesita más investigación para comprender plenamente sus beneficios potenciales.

Para ser practicante de Reiki se requiere formación y certificación a través de una escuela u organización de Reiki. El proceso de formación suele incluir el aprendizaje de la historia y los principios del Reiki, así como la recepción de sintonizaciones, que se cree que abren la capacidad del practicante para canalizar la energía. Existen varios niveles de formación en Reiki, cada uno de los cuales se basa en el anterior. El Maestro Fahad Ullah Khan enseña todos los niveles de Reiki, desde principiante hasta Maestro, liberando la capacidad curativa natural del estudiante en cada nivel.

En los últimos años, Reiki ha adquirido una gran popularidad, con practicantes y escuelas en muchos países de todo el mundo. A menudo se ofrece en centros de salud holística, spas y retiros de bienestar, así como en hospitales, hospicios y otros entornos sanitarios. Desafortunadamente muchas escuelas han olvidado que el Reiki es mucho más que una serie de símbolos o energía en las manos, es una forma de vida.

Aunque el Reiki no es para todo el mundo, puede ser una herramienta poderosa para promover la curación y el bienestar. Si estás interesado en explorar el Reiki como una forma de terapia, es importante que investigues y elijas un practicante o una escuela de buena reputación para asegurarte de que recibes una formación y un tratamiento de alta calidad.